¡Hola chiquitas! Hoy escribo blog después de volver de la compra y cenar puré de calabacín, huevos nube, avellanas (que por cierto: que buenas están), longaniza y tomate al horno. Me he puesto las botas y creo que me he pasado de cantidad (aunque ya me dicen por facebook que para nada, así que me quedo más tranquila), por cosas como esta es por lo que me debo seguir viendo igual de volumen (digo yo). Ayer me vino la regla (menudo pluf), y además tengo que tomar antibióticos (que seguro que llevan de todo, arg.) pero bueno, lo arreglé yéndome a la pelu a mimarme un poquito. Me dejaron el pelo estupendito y salí sintiéndome una diva divina con mis mechas recién hechas (debo decir que me las hago dos veces al año solo). Y también metí el coco que mi estupendo novio me preparó en la nevera (y no me ha gustado, pero he comprado fresas y soy feliz).
Hablando de volúmenes. El volumen de bacterias en el jardín de infancia es mortal, pero bueno ahí estamos con el proceso de convertirme inmune a todas estas cosillas de los nenes. Poc a poc como les digo yo a ellos cuando corren por el patio con esa estabilidad arrolladora que caracteriza a los niños y niñas de 0-3.
Y sigo con los volúmenes contándoos que se me está haciendo muy difícil el tema de no pesarme. Normalmente me peso varias veces al día, es una manía que tengo, y ahora como ya sabéis no me peso desde el inicio del whole30. Así que me agobio algo con los espejos (algo menos que de costumbre, tengo que admitir), y con las fotografías (esto algo más, aunque reconozco que no estoy precisamente hecha una diva cuando salgo del jardín de infancia). Normalmente pesarme (aunque me deprime un poco) acostumbra a calmarme pensando: -Vale, seguimos en las mismas. Pero ahora estoy algo perdida y no hago más que mirarme la tripa cada vez que me visto, o las piernas al sentarme (y menos mal que en mi habitación no tengo espejos). No sé si os pasa a vosotras pero bueno, yo es que soy un poquito especial con mi imagen.
Cambiando de tema que ya cansa, tengo al fuego mi primer caldo de verduras casero (ya veremos qué sale de esto) y me tiene tensa, porque nunca he hecho nada parecido. Ya os contaré en otra entrada.
Este fin de semana celebramos el cumpleaños de mi novio, y la verdad es que estoy muy nerviosa. No por la comida en si, eso creo que lo tengo muy superado, es más bien por la fiesta de después...no sé si podré resistirme a unos chupitos de tequila. Cuantas pruebas maldita sea.
También os recuerdo que sigue en pie mi propuesta de empezar con el reto de deporte con el BBG el lunes día 1 de febrero, y para hacerlo más real necesito que alguna de las que ya me conozcáis me agregue como amiga en Facebook (solo aceptaré una), para poder crear el grupo y poder ir empezando esto :)
¡Ánimo y a seguir #chicaspaleosoperas!
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